Origen y Desarrollo del Baile

El baile en sus orígenes tenia exclusivamente motivos religiosos, pero con el correr de los siglos fue siendo expulsado de la iglesia desarrollándose en principio los bailes populares, luego los teatrales (el ballet clásico pertenece a esta categoría) y los sociales.
En la antigüedad no se podía pensar en una ceremonia religiosa o un culto misterioso sin su correspondiente baile. Según antiguas creencias, el baile era un invento de los dioses.
Los egipcios tenían su "Dios del Baile". Para el Hinduismo "Shiwa" era el "Rey del Baile". También los Judíos y los Cristianos supieron de los bailes religiosos, solo que en los orígenes de la iglesia cristiana, estos no fueron incluidos dentro de la liturgia.
Ya en el siglo IV se prohibió el baile religioso, y las sucesivas regulaciones en la edad media fueron desalojando a los bailarines de las iglesias y llevándolos a bailar a los patios. Ese fue el comienzo de los bailes populares.
La única reliquia de lo que era un baile religioso y que todavía se mantiene hasta nuestros días con algunas variantes y adecuaciones, es la procesión, que moviliza a toda la congregación de una iglesia.
Baile popular es aquel bailado por comunidades sociales o regionales con acompañamiento instrumental o vocal. Es casi innumerable la cantidad que existe de estos bailes populares; ya que cada país, mas aun cada región, tiene sus propios formas y estilos de baile.
Con la proliferación de los bailes en las cortes reales, sobre todo en los castillos italianos durante el siglo XIV y XV, comienza la diferenciación entre los bailes populares y los bailes sociales, que luego mediante la colonización se empiezan a difundir también a otros continentes.
El baile social consta de unas pocas figuras no improvisadas que sirven para la sociabilización de la comunidad. Sobre todo en las cortes españolas y francesas pero también en Viena, el baile social se desarrollo con enorme rapidez.
Ya en 1716 existían en Paris los "Bailes de Gala" para la alta sociedad; a finales del siglo XVIII había locales de baile a los cuales podía asistir todo ciudadano y para fines del siglo XIX principios del XX el baile social en América tomo un giro importantísimo. No era mas únicamente la expresión musical de la raza negra, sino que estos bailes de origen africano fueron llevados de Estados Unidos y Sudamérica a Europa transformados en bailes modernos.
Los ejemplos mas representativos de esta transformación en nuevos bailes modernos son: Boston, Tango, Charleston, Rumba y después de la II Guerra Mundial: Jive, Boogie, Roch'n'Roll, Cha-Cha-Cha así como muchos otros bailes de moda que no han tenido tanta trascendencia.


Horacio Fehling


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El Baile Social – 2da parte

Esta forma, hoy muy común, de bailar estos bailes se ha desarrollado muy tarde. Tuvo una buena acogida en sus comienzos y se expandió especialmente entre la población rural.
Dentro de esta categoría de baile de salón también debemos incluir aquellos bailados por 2, 4, 6 o mas parejas.
Curiosamente hubo un tiempo en la historia de la civilización en que a las altas clases sociales y también a las autoridades les parecía escandaloso que un hombre y una mujer se abrazaran en público durante un baile. Así fue que en 1404 por ejemplo el municipio de Ulm (Alemania Federal) prohibió el baile en pareja.
Pero con el correr del tiempo, el baile en pareja se fue abriendo paso cada vez mas y al final del siglo XVIII principios del siglo XIX se convirtió en una forma de baile habitual en todas las esferas sociales.
Con el paso del tiempo el baile social sufrió muchas variaciones. Se desarrolló en Europa en el siglo XV cuando la nobleza europea comenzó a formarse su propia forma de cultura muy distanciada de la cultura religiosa.
El desarrollo posterior del baile social a partir de esa época no tuvo mas interrupciones.
Formas del baile popular se pasaron al baile social y viceversa también el baile popular tomo elementos del baile social. Esta alimentación mutua continúa ininterrumpidamente hasta nuestros días.
Mientras que para fines del siglo XIX todos los bailes sociales europeos ya se habían inventado, con el nuevo siglo comenzaron a llegar los nuevos bailes, los así llamados bailes modernos, provenientes de Estados Unidos y América del Sur. Estos estaban influenciados por el estilo Jazz americano (Baile de los Negros), de los bailes populares y nacionales sudamericanos y del estilo de baile ingles.


Horacio Fehling


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El Baile Social – 1era parte

La historia del baile de salón es muy larga porque es muy antigua.
Bajo el nombre de Baile Social o de Salón se conocieron a lo largo del tiempo distintas formas de baile.
A diferencia del baile teatral (baile para ver, Ballet), el baile sacro y el baile popular, se le llama baile social (de salón) a toda forma de baile que sirve a la diversión y entretenimiento de la sociedad, que es bailado por dos o mas personas conjuntamente, y cuyos elementos, los amateurs de baile los aprendían de maestros de baile en la antigüedad, y actualmente en escuelas o academias de baile.
Cabe aquí realizar la siguiente aclaración. Cuando hablamos de baile de salón nos estamos refiriendo a aquellos bailes que se realizan en pareja. Es decir el modo de baile en donde un bailarín y una bailarina desarrollan una forma y adoptan una determinada postura en la pista antes de comenzar a bailar. Las distintas formas de baile social y popular condicionan también la variedad de las posturas en el baile.
Podemos definir entonces que los Bailes de Salón engloban prácticamente todos los bailes que se pueden bailar en pareja.
El punto es que en la memoria colectiva la denominación Bailes de Salón está asociada a determinados bailes como el Bolero, el Foxtrot, el Tango, la Milonga, el Vals, o las Contradanzas que se bailaban en los grandes salones de los palacios de las casas reinantes europeas.
Esto hace que a mucha gente le cuesta relacionar este término con otros bailes más dinámicos como el Blues, el Swing, el Rock n Roll, el Merengue, la Salsa, la Cumbia, el Mambo, la Bachata, el Pasodoble, el Cha-Cha-Chá, por nombrar solo algunos de los mas populares de la segunda mitad del siglo 20 y lo que va del XXI.


Horacio Fehling


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El Baile Popular

Bajo el nombre de Baile Popular se conoce a los bailes que llevan enraizados usos y costumbres del pueblo y que por tradición se han mantenido en las fiestas populares donde se los baila acompañados de música y canto.

Cuando en el siglo XV, del baile popular por estilización se desarrollaron los bailes sociales (de salón), se utilizo en el siglo XVIII la denominación “Baile Popular” para su diferenciación.
Ambas formas de bailar, el Baile Popular y el Social se mantuvieron paralelamente y también se influenciaron mutuamente.
Cada pueblo del mundo tiene sus bailes populares, y solo por ello existe una enorme cantidad y variedad de formas y estilos de baile.
Algunos bailes todavía muy apegados a la tradición, aun hoy se los baila en su forma original.
Los bailes populares que en su estructura rítmica y en su conformación tienen una característica especial para un pueblo, se los denomina bailes nacionales.
Con el correr del tiempo el baile popular perdió mucha de su importancia original. Ya no es un elemento esencial en la costumbre y en la vida de un pueblo. En muchas ocasiones solo se lo conserva gracias a entidades y sociedades folklóricas que tratan con mucho esfuerzo de mantener esa tradición en su sentido original.
Otro factor no menos importante que ayuda y mucho a mantener estos bailes populares, son las corrientes migratorias que en distintas oleadas y por diversos motivos (colonización, guerras, búsqueda de nuevas oportunidades en el exterior, persecuciones étnicas, etc.) se han producido desde el descubrimiento de América.
Cada uno de estos contingentes migratorios no solo se llevo consigo la esperanza de un futuro mejor sino que también traían consigo sus costumbres y tradiciones dentro de las cuales se incluían los bailes de su patria que dejaban atrás.
Apenas un para de décadas después de la II Guerra Mundial las grandes corrientes migratorias no solo venían de Europa hacia América, sino que comenzaron a haber grandes migraciones desde el Cercano y Medio Oriente, hacia los países centrales europeos.
No hace falta ser muy observador para darse cuenta que prácticamente todos los países Americanos son un crisol de razas y que cada una de estas comunidades se ha unido y agrupado no solo en barrios como sucede en las grandes ciudades, sino que han creado sus propios clubes sociales, culturales y deportivos, sus escuelas bilingües y hasta sus iglesias. En cada una de estas entidades enseñan a sus hijos y nietos, el idioma, las costumbres y tratan de mantener viva la llama de la tradición de sus ancestros.


Horacio Fehling


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El placer de Bailar – 2da parte

Todo esto sucede porque ellos mismos se consideran o creen que son “pataduras”, que les falta oído musical, que no tienen ritmo. Cada uno de estos pensamientos negativos sobre su propia persona dan como resultado que en cualquier club, disco o confitería bailable se vea que la mayoría tienen poca o ninguna coordinación de sus extremidades tanto superiores como inferiores, les falta sentido del ritmo, y mucho menos se enganchan con el lado emocional del baile.
Lo cierto es que no en todos los bailes los hombres tienen que mover las caderas. Esto generalmente sucede únicamente en los bailes de origen tropical (Salsa, Merengue, Cha-Cha-Chá, Samba para nombrar algunos). E incluso en estos bailes hay hombres que se lucen bailando con su ocasional o permanente pareja sin menearse en absoluto.
Para colmo de males tarde o temprano no tienen otra alternativa que exponerse, ya sea en las fiestas de 15, casamientos, boliches, pubs, cruceros, cenas empresarias, de fin de año, o acompañando a su pareja a restaurantes donde después de cierta hora comienza la música bailable. Si a esto le agregamos que en todos estos lugares siempre hay algún bailarín; peor aún si es un amigo, compañero de oficina, facultad o colegio, el primo, ó el cuñado; que baila diferentes ritmos y logra que todas las mujeres quieran bailar con el, entonces estos hombres se quedan como estaqueados en la silla observando como sus parejas son abrazadas, giradas, sacudidas, se ríen, se divierten, gozan, etc., etc.
Esto es así porque a las mujeres, generalmente, les encanta bailar, y lo hacen solas, en pareja, en grupo, como fuere, son mas desinhibidas, tienen menos vergüenza y les importa muy poco hacer el ridículo. Es mas, muchas de ellas se entusiasman a tal punto que prácticamente se olvidan del entorno y cada tanto vuelven a la mesa a tomar un trago para refrescarse, ponen cara de circunstancia diciendo “no te estas divirtiendo mucho, verdad? Pasa que me encanta y hace tanto que no bailaba. Bailo un poquito mas y ya nos vamos, Si?
A estas alturas los pensamientos del hombre varían entre pegarle a los de la orquesta, destruir el equipo del DJ, hacerle una zancadilla al experto bailarín que baila con su pareja o resignarse con cara larga esperando que termine ese martirio sentado en la mesa viendo como los otros bailan y disfrutan sin parar.


Horacio Fehling


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El placer de Bailar – 1era parte

No hay fiesta en el mundo, donde no haya quienes sepan bailar muy bien, los que saben algo de baile y quieren saber mas y los que se quedan toda la noche sentados criticando. Empecemos por los últimos. Estos se juntan en grupitos para criticar y han desarrollado sus músculos oculares a tal punto, que ven a todas las parejas de la pista de baile moverse de un lado a otro desde su lugar estratégico de ubicación. Son expertos en el baile aunque no hay poder humano que los arranque de su silla. Sus conversaciones suelen tener frases como: “Mirá el morocho, baila fuera de ritmo”; “El de camisa azul hace pasos muy grandes y siempre pisa a la pareja”; “El de corbata solo sabe tres vueltas”; “A la rubia le sobra en el largo de brazos y piernas”; “La de trenzas baila a los saltitos”; etc. etc. La crítica es su modo de vida y es así como se divierten en las fiestas.
El segundo grupo es aquel que tiene un conocimiento básico o está aprendiendo. Salen a bailar ni bien escuchan la música y cuando se cansan de hacer siempre las mismas vueltas conocidas se sientan y observan a las otras parejas una y otra vez hasta lograr copiar algún nuevo paso ó giro.
Este grupo por lo general es el mas criticado por el primero.
Finalmente el tercer grupo de los que saben bailar, hacen giros, dan brincos, caminan, se detienen, dan vueltas. Están como en una burbuja, en su mundo, dibujando coreografías con los pies, vuelan por el espacio, hablan con sus cuerpos, disfrutan de la música, se dejan llevar por sus acordes y sus cambios de ritmo e ignoran totalmente a los otros dos grupos mencionados.
Lo curioso es que cada uno de estos grupos no alcanza a comprender la actitud de los otros.
El primer grupo mencionado, (los que no bailan y solo critican) está compuesto generalmente por hombres, porque a la gran mayoría de los hombres no les gusta bailar, y cuando lo hacen es solo cuando conocen, ó quieren conocer, una dama y desean conquistarla. Pero una vez efectuada la conquista hay que pedirles por favor y hasta rogarles que las lleven a bailar. Es entonces cuando surgen las mas variadas y diferentes tipos de excusas o argumentos para justificar el hecho de no querer salir a bailar a hacer papelones. Ardides como un supuesto esguince, esta música no me gusta, un medicamento que estamos tomando nos cayó mal, estoy muy cansado, comí y tomé demasiado, etc. etc. La realidad es que tienen vergüenza de mover las caderas para no parecer afeminados.

Horacio Fehling


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